En los últimos días, en menos de un mes se han producido tres sucesos lamentables, que han dejado saldo de varias personas muertas y múltiples heridos con quemaduras en sus cuerpos y esotiene conmovida a gran parte de nuestra sociedad.
Esos sucesos han sido protagonizados por envasadoras de Gas Licuado de Petróleo (GLP), dos de ellas, ubicadasen la provincia Santo Domingo y una en la hidalga de los treinta caballeros,
Santiago, también conocida como la ciudad corazón.
Ante tales acontecimientos en los cuales se han perdido vidas humanas,surge la necesidad de que nos interesemos en conocer las posibles causas de esos fatales desenlaces.
Estamos conteste con nuestro admirado catedrático y ambientalista, Ing. Eleuterio Martínez, quien en su obra ¡Qué es la vida! Ladefine como, “el hilo con el cual Dios ha tejido su Creación y le ha dado sentido a la existencia, y aunque reconocemos no tener aval para ser ni siquiera su discípulo, nos atrevemos a agregar a esa definición que la Vida es el Don más preciado de todos los seres del Universo.
Como dijo: C.S. Lewis “Las dificultades preparan a menudo a una persona normal para un destino extraordinario”; es por ello que nos motivamos a escribir sobre este tema, con el único propósito de contribuir a la solución del problema, una vez sean identificadas algunas causas originadoras de las tragedias antes señaladas.
Desde siempre, han sido claras las normas que trazan las pautas para garantizar la seguridad de las personas que laboran en las plantas de gas, de las personas que viven en el entorno, estableciendo la distancia que deben tener las viviendas y establecimientos comerciales, y para disminuir los daños que estas puedan causar al medio ambiente.
En fecha 29 de Marzo del año 1972, la entonces Secretaria de Estado de Industria y Comercio, hoy Ministerio, emitió el Reglamento No. 1972, sobre regulación y uso de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Ese reglamento tuvo como objetivo regular la operatividad de plantas de expendio de GLP, trazando las pautas para el manejo de las terminales o depósitos de almacenamientos etc.
Más recientemente, en fecha 14 de agosto del año dos mil trece (2013), el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, emitió la Resolución No. 13/2013, modificando así el Reglamento Ambiental para Plantas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) número 09-2006 d/f 21 de abril del año 2006.
Este Reglamento Técnico Ambiental es aplicable a toda persona física o moral responsable del diseño, construcción, operación, ampliación y remodelación de las plantas de almacenamiento, envasado, y expendio de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Indiscutiblemente, las autoridades están llamadas a aplicar políticas adecuadas para regular el funcionamiento de las plantas de gas, a los fines de disminuir los riesgos de los ciudadanos, inclusive los trabajadores de esos mismos establecimientos comerciales, sin embargo, nosotros como ciudadanos debemos poner de nuestra parte.
La gran preocupación a todo esto es, el crecimiento demográfico y la desobediencia generalizada que han venido desarrollándose concomitantemente; a tal punto que aunque existen mecanismos legales de prevención para disminuir riesgos, las autoridades se encuentran con resistencias considerables que le dificultan la aplicación de políticas adecuadas para lograr una fiscalización efectiva, lo que permite que las estaciones de almacenamiento y expendio de GLP, se conviertan en peligrosas bombas de tiempo que en cualquier momento causan penosas catástrofes socioeconómicas.
Ese crecimiento demográfico combinado con la desobediencia hantraído como consecuencia que el sentido común sea el menos común de todos los sentidos, y aunque la norma establece la distancia que debe tener una estación de Gas, de las viviendas y de otros establecimientos comerciales, se construyen casas, residenciales y hasta supermercados tan cerca que solo los separa una calle.
Otra causa de desastre es que a diario vemos como los choferes de vehículos del transporte público, penetran a las estaciones de expendios, cargados de personas a abastecerse de gas, y casi siempre los dejan los motores encendidos, como si la vida fuera menos significativa que los afanes del día a día.
En innúmeras ocasiones vemos los carros públicos con cilindros de gas colocados en los baúles, sin la debida instalación profesional, y resulta ser que esos mismos tanques de gas son los que utilizan en ocasiones para cocinar en sus casas, lo que trae como consecuencia que frecuentemente vemos vehículos incendiados producto de esa mala práctica.
De nada vale la elaboración de leyes, decretos, reglamentos y resoluciones, si los ciudadanos, no nos conducimos con prudencia, diligencia, respeto, cuidado, responsabilidad y obediencia que son valores que todo ser humano debe cultivar si realmente quiere lograr el progreso tanto en lo físico como en lo espiritual.
Terminamos este breve artículo parafraseando una vez más al Ing. Eleuterio Martínez, quien dice, que: “La vida es la presencia de Dios en un organismo y por lo tanto, ella es una especie de hilo conductor por el cual Él nos alimenta y une a su realidad”.
Cuidemos la vida. Dios les guarde.
El autor es Licenciado en Derecho.
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