Por: Kenia Altagracia Guillermo
EN BARAHONA, (República Dominicana: Por las calles de esta ciudad circulan decenas de personas con serios problemas mentales y niños de la calle que duermen en aceras, bancos de parques y otros lugares públicos, expuestos a todo toipo de peligro.
EN BARAHONA, (República Dominicana: Por las calles de esta ciudad circulan decenas de personas con serios problemas mentales y niños de la calle que duermen en aceras, bancos de parques y otros lugares públicos, expuestos a todo toipo de peligro.
Varios de los dementes muestran agresividad, lo que mantiene intranquilos a los pobladores, quienes en ocasiones son atacados por estas personas que en especial dembulan por las calles de la parte céntrica de la población.
Los comunitarios siempre se quejan por esta situación a las autoridades del Ministerio de Salud, judiciales, municipales y policiales, las que alegan no pueden hacer nada, debido a que no existe un centro especializado donde internar a los dementes y ser sometidos a rigurosos tratamientos médicos.
Las familiares de esos locos no los aceptan en sus casas por temor a que agredan a algún pariente, por lo que optan en lanzarlos a las calles a vivir como puedan.
Las familiares de esos locos no los aceptan en sus casas por temor a que agredan a algún pariente, por lo que optan en lanzarlos a las calles a vivir como puedan.
Tampoco esas familias se ocupan de llevarlos donde especialistas en la materia para que los sometan a tratamientos, mediante los cuales pueden mejorar anomalías mentales..
"En la era del dictador Trujillo recogían los dementes en todo el país y lo encerraban el en el Manicomio 0 28, ubicado en el kilómetro 25 de la ciudad capital", comentaron comunitarios.
Recordaron que en esa época en ocasiones se premiaba con un par de pesos al que llevaba un demete a ese organismo.
Otros comunitarios que hablaron al respecto con el autor de este trabajo, lamentaron que en Barahona no haya un lugar donde albergar a esos pobres seres humanos.
"En la era del dictador Trujillo recogían los dementes en todo el país y lo encerraban el en el Manicomio 0 28, ubicado en el kilómetro 25 de la ciudad capital", comentaron comunitarios.
Recordaron que en esa época en ocasiones se premiaba con un par de pesos al que llevaba un demete a ese organismo.
Otros comunitarios que hablaron al respecto con el autor de este trabajo, lamentaron que en Barahona no haya un lugar donde albergar a esos pobres seres humanos.
Aquí tampoco existe una entidad que albergue a los niños de la calles, cuyo número se incrementa cada vez más, lo que muchos atribuiyen a la irresponsablidad de sus padres.
Los dementes, así como los niños desamparados duermen debajo de azoteas,árboles, en aceras, bancos de lugares de recreación, en obras en construcción, pero otros pernoctan donde los sorprende la noche.
Estos se mantienen de las sobras que los establecimientos de expendio de comidas y familias adineradas depositan en zafacones, de las frutas podridas que los ventureros botan en el mercado público, entre otros lugares.
Pero nunca faltan personas pobres, bondadosas y de buen corazón, que les sirven alimentos al momento que reparten la comida familiar y los enfermos mentales pasan frente a sus casas.
"A Barahona vienen a parar todos los dementes de la región Enriquillo, debido a que esta provincia es el centro de esta empobrecida zona y donde hay más medios de supervivencias para ellos", dijo Tomasito Espinosa.Los dementes, así como los niños desamparados duermen debajo de azoteas,árboles, en aceras, bancos de lugares de recreación, en obras en construcción, pero otros pernoctan donde los sorprende la noche.
Estos se mantienen de las sobras que los establecimientos de expendio de comidas y familias adineradas depositan en zafacones, de las frutas podridas que los ventureros botan en el mercado público, entre otros lugares.
Pero nunca faltan personas pobres, bondadosas y de buen corazón, que les sirven alimentos al momento que reparten la comida familiar y los enfermos mentales pasan frente a sus casas.
En ocasiones los enagenados mentales han ocasionado heridas con palos y piedras a ciudadnos, incluyendo niños, cuyos padres enfadados les han propinado grandes golpizas.
Por Barahona han desfilado muchos demente, entre estos, como El Loco Mecánico, Bobotico, El Loco Guerrillero, Paño Tibio, La Picúa, Millo Ojo de Tetera, Dendén, Capitán Makey, Chucha Paso Fino, Macholón, Matota, Bobolo, Fuegazo, Macaco, Chiflí, Chago, Loreto, El Pintura, entre otros
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