Por: Paul Almanzar.
Es cierto que el Presidente Danilo Medina, le hizo mucho daño a la imagen del Ex Presidente Leonel Fernández, es cierto que lo embarró y descalificó cuando trajo al país al ex convicto y condenado por narcotráfico el Sr. Quirino Ernesto Paulino, Es cierto que lo acorraló y lo marginó dentro del partido, es cierto que no le permitió participar democráticamente por la candidatura presidencial, es
cierto que le cercenó derechos a él y a los suyos, es cierto que maltrató todo lo que oliera a Leonel, es cierto que le compró todos los legisladores, es cierto que compro todos los miembros del comité político de su partido, es cierto que lo aplastó sin ningún tipo de contemplación, hizo lucir al ex mandatario como un dirigentico de quinta categoría, incluso, olvidando que este lo ayudo enormemente a llegar al poder.
Después de que el Presidente de la Republica, Danilo Medina actuara de manera inclemente destruyendo al presidente de su partido y Ex presidente de la Republica para poder desarrollar su plan reeleccionista, logrando gracias al uso y abuso del dinero publico modificar la constitución, comprando los votos que le hacían falta aquí, allá y acullá, sin importar ni medir consecuencias para el país, abusando de una supuesta popularidad del 80% para poder perpetrar todos los hechos anteriormente mencionados e imponer sus intereses particulares por encima de los nacionales, ahora se despierta con una realidad y se da cuenta que con sus acciones acabó con su prestigio, valoración y aprobación del pueblo, cuando abusando del pueblo tiró por el suelo su palabra, sus valores, sus principios e ideología.
El presidente Medina apostó a que la sociedad dominicana iba a permanecer desmemoriada, pensó que el pueblo no iba a darse cuenta de sus incoherencias, de su falta de compromiso, de su gran ambición política y sobre todo su enorme sentimiento de venganza hacia su compañero y presidente del partido morado, al cual no le perdona aun, que sea el líder político más exitoso de la nueva generación política, al hombre la ha salido el tiro por la culata, se ha desplomado y esa sociedad que hasta cierto punto estaba dormida y celebrando todo al PLD, ha despertado con mucha ira, como el que despierta cuando duerme profundamente y es espantado, esa ira del pueblo hacia Danilo Medina por haber irrumpido su sueño le saldrá muy caro.
En este momento Danilo Medina no tiene escapatoria solo le espera la derrota o la humillación, necesita con urgencia que le metan la mano, se desploma y no tiene piso, es un desplome infinito y se asusta, suda y se estremece, le urge que su “amigo” y presidente del partido se integre a la campaña y le eche la mano, que asuma su rol, pensó que ganaba y no es así, las encuestas demuestran que perderá y no puede entenderlo, las alergias comienzan a parecer y el león se niega, juramentan candidatos y el león se hace sentir, brilla por su ausencia, posponen presentación de Medina como candidato y el león se toma “Selfie” disfrutando de juego de basket y lo publica en todas las redes, demostrándole a Danilo que cometió un abuso con él, que a los amigos no se trata así, que por más ambición política que se tenga hay que tener mesura, tacto y prudencia, la que Danilo perdió al momento de pedir como plato fuerte “Un tiburón podrido”.
Hoy, Danilo Medina se humilla ante Leonel Fernández, le ruega y se arrodilla para que este le de la mano y no permita que la derrota electoral que se podría producir el próximo 15 de mayo sea un hecho, a pesar de todo Leonel sigue pensando, pues sabe que su “amigo” ha demostrado no tener palabra y esta consiente de que posiblemente intente terminar de destruirlo políticamente después de las elecciones, por eso opta hasta ahora en permanecer observando, esperando que la sensatez se apodere del hombre que se creía hasta hace poco un semidiós aquí en la tierra, Leonel humillo con apatía a quien lo destruyo con premeditación y alevosía.
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