Omar Fernández Domínguez ( Fuente externa )
SANTO DOMINGO. Omar Fernández Domínguez, hijo del expresidente Leonel Fernández, admite que se siente cautivado por la política y que “poco a poco” va incursionando en ella.
SANTO DOMINGO. Omar Fernández Domínguez, hijo del expresidente Leonel Fernández, admite que se siente cautivado por la política y que “poco a poco” va incursionando en ella.
Fernández Domínguez afirma
que debido a su niñez, el primer gobierno de su padre le pasó desapercibido, pero que en la actualidad es militante del Partido de la Liberación Dominicana, tiene su comité de base y pertenece a la Secretaría de Asuntos Jurídicos de esa organización.
“Me siento cautivado por la política, me interesa participar de actividades sociales, de proponer, de crear proyectos, de llevar, de incursionar en la política, poco a poco voy entrando, voy entendiendo muchas cosas, y probablemente más adelante estudiaré algunos temas con relación a la política”, detalló el joven abogado.
Fernández Domínguez nació en 1991, y en 1996 fecha en que Fernández Reyna asumió por primera vez la presidencia de la República contaba con cinco años de edad.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´Agenda, que cada domingo se difunde por Telesistema canal 11, el director de emprendimiento de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo aclaró que fue a partir del 2004 cuando Fernández Reyna retorna al poder que llegó a comprender realmente lo que sucede cuando se tiene un padre que es presidente de la República.
Agregó que a partir de entonces comenzó a entender lo que es un gobierno, el tema de la seguridad, lo cual lo hizo comprender y ver que las cosas son diferentes, que la vida es totalmente distinta.
Dice que tuvo una adolescencia bastante normal cuando su padre regresó al poder, a tal punto que las personas que forman parte de su seguridad son sus amigos con quienes comparte el día a día, que son muy prudentes, que entienden perfectamente que a él le gusta llevar una vida completamente normal.
“E incluso, mis amigos con quienes siempre me he rodeado entienden la situación, y son amigos de la seguridad y convivimos y compartimos todos como si fuese algo normal en el día a día”, explicó.
Sobre su decisión de estudiar derecho sostuvo que fue algo personal y que cuando se decidió lo consultó con su padre quién se alegró bastante con la noticia, pero más que la influencia de Fernández Reyna que es abogado, fue un asunto de vocación.
En torno a su vinculación en las actividades políticas, dijo que no necesariamente tiene que ver porque nació en un ambiente político, ya que cuando comprendió de qué se trataba no le motivaba mucho y simplemente se limitaba acompañar a su padre algunas actividades.
“Le comento que fue en las elecciones congresuales y municipales del 2010 cuando me atreví hacer algo más que visitar y estar, y fue incorporarme a los famosos recorridos y caravanas de los diferentes municipios y provincias”, dijo Omar Fernández.
Detalló que fue específicamente en Moca, que en medio de una caravana cuando iba cruzando por el parque central, la algarabía que había era de tal magnitud que le llamó la atención como una persona puede causar tantos sentimientos y adhesión en la gente, y a partir de ahí se decidió a estudiar y buscarle explicación a ese fenómeno.
Se debe seguir por pasión
“La concepción que tengo de la política es que las cosas se deben hacer por pasión y no por posición, lo que debe mover al verdadero político, al político real es la pasión, y esa pasión le puedo decir que la aprendí en casa con mi madre doña Rocío Domínguez”, acotó Omar Fernández Domínguez.
Explica que además de la pasión, también el político tiene que tener la vocación del servicio, y que este último aspecto es uno de los que más le motiva y le impulsa a incursionar en las actividades políticas.
Omar: “mi padre es ejemplar”
El licenciado Omar Fernández Domínguez define a su padre Leonel Fernández como ejemplar y amoroso, pero aclara que cuando tiene que llamar la atención por un comportamiento inadecuado lo hace y hasta “echa sus boches”.
“Le confieso que cuando uno era más joven a veces cometía errores de cualquier tipo, y él naturalmente le llamaba la atención, en buen dominicano me halaba las orejas, me decía espérate Omar por aquí no, y luego yo lo entendía, porque hay que comprender ese rol de padre”, confesó.
Se definió como un joven normal, que le gusta la música, sobre todo el merengue y la bachata, que si tiene que dar su bailadita la da, pero su principal diversión es ir al cine a tal punto que cada quince días acude a ver una pelicular nacional o extranjera.
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