San Domingo.- El inicio del año escolar debió ser un día festivo para la población dominicana, pero se vio opacado por la conducta de grupos de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), de los cuales quedó demostrado que su presidente Eduardo Hidalgo, no posee control alguno de sus militantes.
Cientos de maestros desobedecieron el llamado del director general de la ADP, y no asistieron a clase, por la suspensión de la nómina educativa de 3,929 docentes.
Aunque el tema de las cancelaciones es la excusa, las diferencias políticas salen a flote entre quienes dirigen las diferentes seccionales cuando surge un conflicto.
El asesor educativo, Jesús de la Rosa, y la presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Josefa Castillo, califican la situación de difícil porque ahonda las diferencias a lo interno del sindicato y pone de relieve una división.
De la Rosa sostiene que el problema de la ADP es que las seccionales no dependen de las directrices que les dicta su Comité Ejecutivo, que al parecer, no tiene control sobre sus militantes.
De su lado, Castillo dijo que si no hay una propuesta congruente entre las seccionales de la ADP y las corrientes magisteriales es porque el bloqueo de los profesores ha dividido el gremio y cree importante dar respuesta separadas de lo que son las banderías políticas.
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