Decía Ferdinand Lassalle, en su ensayo ¿Qué es una Constitución? refriéndose a los límites del poder, “Con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa, menos sentarse sobre ellas, porque se te clavarían en las asentaderas”.
El 27 de febrero de 1844 se iza la bandera nacional por primera vez que hace nacer la patria, se iza para que permanezca en el tope de forma perenne. Para consagrar el hecho se arrea la bandera extrajera, la haitiana, la cual dejó de ondear en la naciente República Dominicana.
Constituye una apostasía del presidente y el séquito de gobierno, cuerpos armados y legisladores presentes en la tarima y lugar del desfile militar, contemplar ondear una bandera extrajera en paralelo con la nacional como aconteció este 27, en el día de la patria, con la bandera de Taiwán en los vehículos y equipos militares donados por esta nación a los cuerpos armados de República Dominicana. Hay que estar loco, ser estúpidos o ser irresponsables para hacer tal acto de abjuración con los valores patrios en el día glorioso.
Y no sólo la iconoclasia de gobierno contra el sentimiento nacional estuvo presente en este desfile militar del día de la independencia nacional. También lo estuvo la metamorfosis naranja del populismo político-militar del Ministerio de Defensa y el de Obras Públicas y comunicaciones.
El espectáculo y despliegue confundía las cosas, uno no sabía si la marcha y desfile por la independencia era del Ministerio de Defensa o del de Obras Públicas y Comunicaciones,como tampoco se alcanzaba a distinguir si son obreros o militares y policías los que desfilaban. Decía Ferdinand Lassalle, en su ensayo ¿Qué es una Constitución? refriéndose a los límites del poder, “Con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa, menos sentarse sobre ellas, porque se te clavarían en las asentaderas”.
Los símbolos y signos, así como los uniformes, su formalidad y reglamentación están normados por la Ley Orgánica No. 139-13Artículo 208, que cito sin comentarios:
“Uso de Armamentos y Equipos. Sólo el personal de las Fuerzas Armadas estará autorizado a usar el armamento, uniformes, equipos, distintivos o insignias que establezcan las leyes y los reglamentos que rigen en esa materia. Queda prohibido terminantemente el uso de insignias de grado militar, uniformes, distintivos o símbolos militares por parte de instituciones ajenas a esta actividad, con excepción de la Policía Nacional,” fin de la cita.
El eclecticismo anárquico y populista, más impregnado en este desfile de ignorancia que de doctrina y filosofía política de este gobierno ha hecho que cualquier cosa, sea lo mismo o igual, de forma indistinta y con un sentido relativista se irrespeta la solemnidad que la institucionalidad.
El 27 de febrero de 2018 fue un día triste para la solemnidad y la institucionalidad, todo comenzó en el Congreso de la República con el presidente del Senado y su discurso, para terminar de forma grosera en la Avenida George Washington con el desfile militar de la ocasión.
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