lunes, 12 de marzo de 2018

Leonel Fernández advierte que personas son inducidas a creer en algo que no es real

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.-El presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández, a
firmó que el concepto de la post-verdad, por medio del cual se induce a las personas a creer lo que no es real, constituye uno de los mayores peligros con los que se enfrenta la democracia moderna, tal y como se ha demostrado en los casos del Brexit en Gran Bretaña  y de las pasadas elecciones presidenciales norteamericanas.
El expresidente de la República hace la afirmación este día en un  artículo titulado “La política en la era de la post-verdad”, publicado en  su  Observatorio Global en las páginas del  Listín Diario y Vanguardia del Pueblo Digital, reseñado por la Secretaría de Comunicaciones del PLD.x expesidente Fernández subraya que en la era política de la post-verdad, las personas son inducidas a creer en algo que no es real, a partir de la presentación de lo que se ha denominado como “datos alternativos”, generando nuevos conceptos y valores que sirven de referencia para la creación de percepciones, actitudes y comportamientos.
Refiere que en su clásica novela, 1984, el autor británico, George Orwell, hizo referencia a un mundo de penumbra, de pesadilla, de absoluta dominación política, en el que las palabras, en un diccionario de neolengua, expresaban exactamente lo contrario de lo que se quería decir.
“De esa manera, el amor equivalía al odio; la paz era la guerra; la vida era la muerte; y la verdad, sinónimo de mentira. Nunca pensó Orwell que al llegar el siglo XXI, en sistemas democráticos avanzados se emplearían técnicas de subversión de la realidad tan peligrosas como las que él, en su mundo imaginario y de ficción, había considerado que sólo podían existir en regímenes totalitarios”, explica  Fernández.
Al referirse al peligro de la post-verdad y tras hacer una síntesis filosófica sobre la verdad y la objetividad el expresidente de la República explica que la diferencia entre los que no creen que la verdad absoluta o la objetividad plena existan, y los que hacen referencia al fenómeno de la post-verdad, radica en que para estos últimos de lo que se trata no es de si la verdad puede o no ser conocida, sino de cómo poder subvertirla o modificarla, a los fines de ponerla al servicio de un proyecto de dominación política.
“Mientras la mentira engaña; la propaganda manipula y distorsiona; el periodismo de opinión orienta en una determinada dirección; la publicidad intenta convencer a los consumidores de la bondad de sus productos; la post-verdad, por su parte, altera la realidad, crea una realidad nueva, una “realidad no real”, inexistente, ficticia, con el objetivo de hacer predominar unos determinados valores o criterios, que permitan subordinar la “realidad real” a las emociones; y por vía de consecuencia, arrastrar a determinados sectores de la población, en forma irreflexiva, hacia unas determinadas acciones políticas”, destaca Fernández.
Concluye subrayando que en la era política de la post-verdad, todo es nada; y nada es todo. “La verdad no importa. Todo es posible. Solo basta la voluntad. Nada tiene límites”.


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