“El Negrito de Villa” recibió el Gran Soberano haciendo un llamado al presidente de la República Dominicana. “Yo me atrevería a cambiarle este trofeo al presidente Danilo Medina (…) por cinco escuelas, en cualquier lugar del país, para que nuestros músicos relevos y cantantes puedan exhibir mejor conducta, para que dejemos de ser buenos en el escenario y malos en conducta”, dijo el artista que debutó en 1982 con el merengue “Morena”, en la orquesta de Dioni Fernández y El Equipo.
Durante su breve discurso final, en compañía de sus hermanos Kaki y Johnny, el intérprete de «La quiero a morir», «Madre», «Yo que te amé», «Vamos a dejarlo todo», «La tierra tembló» y «Todo aquello que escribí» sostuvo que “esta sociedad tiene poca moral para criticar a Omega (el merenguero urbano está preso en la cárcel La Victoria por violencia de género) … porque no se gastó ni un peso para formarlo como ciudadano”. Agradeció a los músicos, a los compositores y a los arreglistas (Manuel Tejada, Francisco Valdez, Dioni Fernández, por mencionar solo algunos) que han nutrido su carrera musical por más de tres décadas. No pasó por alto a sus hijos, a su familia, a los fanáticos y a todos los medios de comunicación que, por 30 años, “sin vacaciones”, le han permitido sostenerse “con el pan que da el merengue”.
Antes de recibir la máxima distinción de la noche, la producción de Premios Soberano le dedicó un segmento especial como tributo al carismático artista, considerado como uno de los exponentes del merengue de mayor popularidad dentro y fuera de República Dominicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario