SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Defensa de Ángel Rondón llamó al juez Francisco Ortega Polanco a evaluar bien las pruebas para que no incurra en mala administración de justicia, refiriendo un estudio que dice el 90 por ciento de los casos en etapa preliminar son enviados a juicio de fondo por el juez de la instrucción, pero una vez en el fondo el 70 por ciento de los expedientes terminan en absolución.
El Ministerio Público insiste que Rondón fue el hombre del maletín que distribuyó 92 millones de dólares en sobornos.
El mismo tiene que demostrar al juez de la Instrucción Especial de la Suprema Corte de Justicia, que los recursos que recibió de Odebrecht corresponden a honorarios por sus servicios de enlace comercial y subcontratista y no para sobornar a funcionario dominicanos.
A sus 69 años, la hoja de vida de Ángel Rondón refleja una historia de superación profesional y de un vertiginoso crecimiento económico.
De trabajar en la agricultura con su padre desde los 5 años, camarero a los 10, colmadero a los 12 y mensajero a los 20 años, Rondón se encargó de la finca familiar cuando su padre falleció en 1973.
Estudió contabilidad, puso un negocio de importación, continuó en la agropecuaria y para 1985 creó un banco comercial.
Para algunos ciudadanos, el crecimiento económico genera dudas.
Fue justamente en 1985 cuando Rondón comenzó a hacer negocios con el gobierno. En esa época fungía como mediados de extranjeras para la construcción de obras y ya para 2001 se había ganado 17 millones de dólares como honorarios.
A la Constructora Norberto Odebrecht llegó ese mismo año a través del entonces embajador brasileño en el país. Fue así que Rondón se convirtió en representante comercial de la empresa y ganó por honorarios más de los 92 millones de dólares.
Según las investigaciones del Departamento de Justicia estadounidense y la fiscalía de Brasil, esos 92 millones de dólares no eran honorarios, sino coimas para funcionarios dominicanos a fin de conseguir contratos con el gobierno.
Para el economista Antonio Ciriaco, las probabilidades en el país para un cambio de nivel social y económico como el que vivió Rondón es de sólo un 5 por ciento, a menos que se tengan padrinos o relaciones políticas.
El Ministerio Público acusa a Rondón de distribuir los 92 millones de dólares en soborno, enriquecimiento ilícito, lavado de activos y otros tipos penales.
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