SANTIAGO.- La ciudad de Santiago celebra hoy el primer aniversario de apertura del Jardín Botánico, esta área protegida se ha convertido en un referente obligatorio para el Ecoturismo de la ciudad corazón.
Durante un encuentro realizado en las instalaciones del “Café Sinfín” en el Parque Botánico, el presidente del Consejo de Administración, Prof. José Tavarez Henríquez, resaltó la gran acogida que ha tenido esta obra y su impacto positivo para Santiago y la región.
Al dirigirse a los presentes destacó que luego de la apertura formal ha sido posible la habilitación de un Humedal, un gazebo y el Mariposario, gracias a los aportes de: La Fundación Popular, Cooperativa la Altagracia y la Fundación Propagás.
Según los datos ofrecidos, más de doscientas mil personas han visitado el Jardín, en tanto que un promedio de 18,000 personas caminan o montan bicicleta cada mes aprovechando las facilidades y la seguridad que brinda el lugar.
Al mismo tiempo, más de un centenar de colegios, escuelas y otras instituciones provenientes de 12 provincias del país ha realizado visitas al parque.
De acuerdo a recientes evaluaciones del Ministerio de Administración Pública, 9 de cada 10 visitantes se sienten muy satisfechos con el trato y los servicios que se ofertan.
Entre los espacios preferidos por los visitantes están el primer laberinto de árboles con que cuenta el país, un vistoso escenario se han plantado más de 2,000 cipreses que conforman un divertido y curioso atractivo que disfrutan grandes y chicos por igual.
También el humedal demostrativo brinda una experiencia muy particular al mostrar la restauración de un paisaje degradado y ahora convertido en un área rica en vida silvestre.
El Jardín Botánico se ha bautizado en honor al Profesor Eugenio de Jesús Marcano, un científico que prestigia a Santiago y el país y está ubicado al norte de la ciudad de Santiago, en la Avenida del Botánico Dr. José de Jesús Jiménez Almonte, que es la solución vial construida para comunicar los sectores aledaños a Jacagua con la avenida Circunvalación Norte y que bordea el perímetro de la obra.
Luego, en el punto más alto se encuentra el “Cristo de la Misericordia”, una monumental escultura de más de 15 metros de alto que domina el panorama en todo el Jardín, convirtiéndose en símbolo de peregrinación o de la curiosidad por el singular perfil artístico que posee.
El Puente colgante y el bosque ribereño son de los rincones más apreciados entre los que gustan del frescor y la exuberante vegetación a orillas del río Jacagua, que atraviesa el Jardín de Este a Oeste.
Pero podemos mencionar mucho más, como el pabellón de “Cactus y Suculentas”, el “Conuco Dominicano” o el de “Aromáticas y Medicinales” en su conjunto cada espacio enriquece la oferta escénica, didáctica, científica y natural de este santuario natural que es orgullo de la región.
Detalles curiosos como un antiguo helicóptero posado entre los jardines, el orquidiario, las áreas de picnic bajo gigantescos samanes y sus próximos atractivos: Un tren para recorrido, el primer Mariposario que tendrá la provincia y el “café sinfín”.
Esta iniciativa, que se ha forjado a lo largo de 12 años, es considerado como un espacio excepcional donde se conjugan las condiciones de “Aula de la Naturaleza” y se conservan las especies botánicas más emblemáticas del valle del Cibao, así como también los bancos de germoplasma y de material genético de valor incalculable de la flora Dominicana.
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