Santo Domingo (EFE).- El presidente de la dominicana Eduardo Díaz advirtió sobre el «dramático» descenso del respaldo a la democracia en el país, así como a la «desvergonzada» apología que ha hecho un nieto del exdictador Rafael Trujillo, de cuya muerte se conmemoran este jueves 58 años.
Aunque no lo mencionó por su nombre, el directivo hacía referencia a Ramfis Domínguez Trujillo, quien hace más de un año lanzó sus aspiraciones a la Presidencia de la República.
En ese orden, Díaz refirió que el descendiente de Trujillo está impedido «constitucionalmente» de presentarse como candidato presidencial, debido a que este no ha renunciado a su ciudadanía estadounidense, ni ha residido los últimos 10 años en el país, como ordena la Carta Magna.
Sin embargo, consideró que las pretensiones de Domínguez Trujillo forman parte del riesgo de la fragilidad creciente de la militancia ciudadana a favor de la democracia, tal y como muestran indicadores internacionales.
Para apuntalar sus afirmaciones, dijo que en 2008 el 73 % de los dominicanos declaraba su apoyo a la democracia como sistema de gobierno, mientras que en 2018 ese respaldo se redujo al 44 %, siendo un estudio de Latinobarómetro.
«Que la democracia está en serios problemas es un hecho desde hace años; es lamentable que solo ahora, cuando afloran sus manifestaciones más evidentes, se llame a la alarma y a una toma de consciencia de aquello», refirió.
A su juicio, en la República Dominicana hay aún «reservas morales y políticas» necesarias para frenar las intenciones antidemocráticas de algunos sectores.
Advirtió, asimismo, que los riesgos para una dictadura no provienen del sistema de partidos, sino de quienes quieren llevar al paredón a los políticos para, en nombre de una pretendida actuación antipolítica, «retrotraernos a los días más oscuros de que tenga memoria nuestra historia republicana».
En la actividad también habló la directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana Luisa De Peña Díaz, quien consideró que esa entidad, al sacar a la luz los horrores de Trujillo y honrar a los hombres y mujeres que lucharon contra la dictadura, pretende recordar a los ciudadanos «esta traumática era en la historia de la República Dominicana».
De Peña condenó un reciente anuncio oficial, de que pertenencias de Trujillo serán mostradas a partir del año próximo en una sala del Museo Nacional de Historia y Geografía.
«Un museo nacional no puede elevar y presentar al mayor violador de los derechos humanos que se haya registrado en la historia de nuestro país con un estimado de 50.000 víctimas directas de terrorismo de Estado, entre las que se contabilizaban unos 25.000 seres humanos asesinados o desaparecidos», exclamó De Peña Díaz.
Las actividades concluirán con la «fiesta de la libertad», que amenizará el popular merenguero Wilfrido Vargas y donde se ofrecerá la carne chivo como platillo principal, pues el mote de «chivo» era uno de los utilizados por lo bajo por los dominicanos para identificar al dictador.EFE
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