Por Tony Pina
Los periodistas dominicanos estamos compelidos, este 6 de septiembre, a elegir nuestros próximos dirigentes, un evento que deberíamos aprovechar para salir de este marasmo en que devino la actual dirección de la entidad, pero también propicia es la ocasión para no volver a ese sindicalismo absurdo y oportunista que se anida en el movimiento Marcelino Vega.
En los pasados comicios cometimos el error de elegir al movimiento Convergencia, que devino en inercia, populismo, falta de gerencia y hasta en dolo al llevarse entre sus pezuñas más de 13 mil dólares donados por el Fondo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para debatir y elaborar un verdadero proyecto de reforma participativo de nuestra legislación periodística, que sustituyera el actual mamotreto jurídico. Pero, qué va, se llevaron los cuartos entre las pezuñas!
Me cansé de pedir desglose del gasto y se hicieron los chivos locos!
Y ese grupo que «organizó» un encuentro de apenas 17 periodistas en el resort de la cooperativa de los maestros en Juan Dolio (un fin de semana por todo lo alto) dijo luego en una asamblea que gasto 644 mil pesos de esos recursos, aunque olimpicamente no dio detalles, ni mucho menos hizo un desglose de cómo fue el despilfarro.
En adición a esa proclividad del «mal de las pezuñas» del que padecen, hicieron lo que le vino en gana con la suma de 2 millones y medio que le entregó recientemente al CDP el Ministerio Administrativo de la Presidencia.
Se quedaron calladitos!
Una afrenta a la dignidad del periodismo y al ejercicio de una profesión que es la cenicienta de las colegiaciones profesionales. En consecuencia, ni por asomo debemos volver a permitir que Convergencia dirija otra vez los destinos de una institución tan ultrajada y vilipendiada.
Reconozco que no debimos bajo nunguna circunstancia pertenecer a un movimiento compuesto mayormente por gente que nunca ha construido una pirámide invertida, una crónica ni tampoco un reportaje, el género más excelso del periodismo, y, sin embargo, muchos de esa claque indignamente se hace pasar por periodista.
No obstante, hay que tropezar para levantar los pies, pues queriendo desterrar al Marcelino Vega de Guatemala caímos en Guatepeor.
Este 6 de septiembre nueva vez los periodistas tenemos la oportunidad de enderezar el entuerto, alejándonos del arribismo, la incapacidad gerencial y administrativa, las malas artes de sustraer lo ajeno y ser tan bárbaros de simular seriedad y transparencia.
Lo peor de todo es que nos creen tontos, y hasta se presentan como candidatos vendiendo la idea de que promueven pulcritud y honestidad.
Qué crueles, qué bárbaros!!
Por suerte, contamos con un candidato capaz de librarnos de la debacle en ciernes que nos amenaza. Ese candidato, medido onza por onza con el resto de la competencia, se llama Juan Carlos Bisonó, quien resume el perfil de la academicidad y de la gerencia que se necesita, además de que conoce las herramientas indispensables para rearmar, para volver echar andar al Colegio Dominicano de Periodistas.
Pero, pesemos uno a uno a los tres candidatos. Nunguno se le para al lado a Bisonó. Ni los dos adversarios juntos. Alle a est!!!
Nuestros adversarios le acusan de ser la plancha del PLD, y yo me pregunto, no fue con la ayuda del gobierno y del partido oficial que Convergencia pudo ganarle pírricamente al Marcelino Vega?
La diferencia del triunfo fue, entonces, la alianza estratégica con Santiago; pero eso ya no lo recuerdan pese a que este 25 de agosto se cumplieron apenas dos años.
El CDP merece ser digno de mejor suerte.
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