SANTO DOMINGO.- La población del Gran Santo Domingo aplica las medidas preventivas recomendadas por las autoridades, aunque muchos ciudadanos manifiestan malestar por el toque de queda y las restricciones diurnas al transporte colectivo, que les dificulta la movilidad para poder trabajar y conseguir recursos para sus familias.
Para ellos, dejar de trabajar en sus motores no es una opción: el sustento de sus familias depende día a día de los servicios de transporte que ellos provean.
Aunque muchos residentes y comerciantes del Gran Santo Domingo apoyan en cierto grado las medidas restrictivas decretadas por el gobierno para contener la propagación de la epidemia, insisten que la disposición de las autoridades deben ser flexibles para que la población pueda asegurar su alimentación y sustento.
Algunos de estos residentes de barrios populosos calificaron como rebeldes a las personas que se encontraban en las calles pasadas las ocho de la noche, luego de que sea prohibido en el toque de queda decretado por el presidente de la República.
Pese a que en la alocución del presidente Danilo Medina indicaba que podían permanecer abiertos los colmados, supermercados, farmacias y estaciones de combustibles, en diversos sectores los lugares de expendio están tomando sus propias medidas.
Los ciudadanos que fueron consultados en horas de la mañana de este sábado manifestaron no sentir temor por el virus, ya que agregaron que puede prevenirse aplicando las medidas recomendadas.
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