MADRID.- La rapamicina retrasa el envejecimiento en ratones sanos, pero empeora enfermedades y la vejez prematura en roedores con telómeros -extremos de los cromosomas- cortos, lo que ayuda a entender mejor enfermedades como la anemia aplásica, la fibrosis pulmonar y algunas degenerativas .
Esos dos procesos son el acortamiento de los telómeros, que preservan la información genética de las células y que con la edad se van acortando hasta dejar de cumplir su función y los tejidos envejecen, y la capacidad de la células para detectar nutrientes gracias a la proteína mTOR.
Alterando uno de esos dos procesos se ha logrado prolongar la vida en muchas especies, pero el equipo de CNIO ha estudiado por primera vez qué pasaría si se manipularan ambos a la vez y el resultado ha sido “inesperado”.
“Bloquear la detección de nutrientes mediante el tratamiento con rapamicina, un inhibidor de mTOR, retrasa el envejecimiento de los ratones sanos, pero, curiosamente, empeora las enfermedades y la vejez prematura que sufren los ratones con telómeros cortos”, señala una nota del CNIO.
“No nos lo esperábamos. Estos resultados son de interés clínico para las enfermedades humanas en que los pacientes tienen telómeros críticamente cortos”, explican las autoras del trabajo María Blasco y Paula Martínez.
El estudio, cuya primera firmante es Iole Ferrara-Romeo, desvela así aspectos básicos desconocidos sobre una de las principales vías moleculares del organismo, mTOR, implicada en cáncer y en envejecimiento y tiene “implicaciones importantes” en el tratamiento de enfermedades asociadas a telómeros cortos.
La rapamicina, un fármaco que prolonga la vida en levaduras, moscas, gusanos y ratones, y que reduce significativamente la incidencia de cáncer en ratones con telómeros normales, es un inhibidor de mTOR.
Por ello los investigadores querían probar si esta medicina podía alargar también la vida de los ratones con telómeros cortos, pero descubrieron que es justo lo contrario y “envejecen hasta un 50 % más rápido”.
El descubrimiento tiene implicaciones clínicas pues los telómeros cortos se asocian o son la causa de los llamados síndromes teloméricos, que engloba enfermedades como la disqueratosis congénita, la anemia aplásica, las fibrosis pulmonar y hepática y otras de tipo degenerativo que apenas tienen tratamiento.
El bloqueo de la vía mTOR con rapamicina se consideraba una posible estrategia contra estas enfermedades, “pero los resultados del trabajo apuntan a que no funcionaría e incluso podría ser pernicioso”.
Otra sorpresa para los investigadores fue descubrir que en los ratones con telómeros cortos la vía mTOR está sobreactivada, es decir, sus células son más sensibles de lo habitual a la presencia de alimento.
Los autores interpretan que es precisamente la mayor capacidad de detección de nutrientes lo que permite sobrevivir a estos ratones, una conclusión inesperada que podría abrir nuevas vías de investigación en el tratamiento de los síndromes teloméricos.
“Este descubrimiento indica que la sobreactivación de la ruta mTOR es necesaria para compensar los problemas derivados de tener unos telómeros cortos”, explica Blasco.
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