SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El Centro Filosófico Camino Real, que dirige el profesor Juan Tomás Olivero Figuereo, declaró que más que una cumbre política, lo que la República Dominicana necesita con urgencia es una cumbre sanitaria para hace frente a la crisis provocada por el coronavirus o Covid-19,
que ha cobrado la vida a 189 personas y continúa aumentando.
En un llamado al liderazgo nacional, la entidad considera que el gobierno debe acoger la propuesta del médico y dirigente político Bautista Rojas Gómez, para diseñar un plan para enfrentar con éxito el COVID-19.
Indicó que este plan debe contemplar que el Estado haga disponible 100 mil pruebas de reservas y que lleve a cabo pruebas masivas, al mayor número de personas posible en toda la geografía nacional.
“El interés político está centrado en este momento en salvar los plazos constitucionales para garantizar las celebraciones de unas elecciones en la que sale un gobierno, como es de mandato constitucional, y entra otro. ¿ahora, este es el problema central y de supervivencia del pueblo dominicano? Claro que No”, manifestó el profesor Olivero Figuereo.
Expresó que el buen juicio y el sentido de humanidad indica que la salud de todos y la vida de cada ser humano, dominicano o extranjero en esta isla es la obligación social, moral y política a que hay que dar respuesta y poner todos los medios y recursos al alcance.
A continuación las sugerencias del Centro Filosófico Camino Real
1._ UNA CUMBRE POR LA SALUD: del Ministerio de Salud, ex ministros y secretarios de Salud Pública, Facultades de Salud, escuelas, institutos epidemiológicos, investigadores reputados, OMS y OPS, CMD y asociaciones profesionales del área de la salud. Para diseñar Un plan, con políticas, estrategias, y acciones orientadas a combatir la pandemia y devolver la paz y la seguridad sanitaria del país.
2. DECLARAR DE UTILIDAD PÚBLICA hospitales, clínicas, centros médicos, medios y recursos en todas sus modalidades: Mecánicas, tecnológicas, de infraestructuras y financieros para combatir la pandemia. “Esto en caso de negarse a dar la asistencia requerida: voluntaria, debida y necesaria a los ciudadanos. O, en caso de no comprometerse con la lucha contra la COVID-19”.
3. CONSIDERAR regresar a religiosas(monjas) a la administración de los hospitales y centros sanitarios públicos. Para despolitizar el servicio de salud.
4.QUE LOS LÍDERES, organizaciones políticas, JCE y el gobierno se sienten a celebrar su cumbre política para resolver la situación electoral, sin distraer la atención a la pandemia y la salud del pueblo dominicano. Que no hagan de los donativos de insumos sanitarios un recurso electoral de campaña. Que comiencen a pensar que el viejo método de hacer política: caravanas, mítines y concentraciones masivas, se las llevó el distanciamiento social. Deben pensar de forma creativa en nuevas formas decentes y respetuosa de la dignidad de la persona de hacer política. El Estado y la Junta Central Electoral no pueden financiar en medio de la pandemia COVID19 a los partidos y agrupaciones políticas, en otras palabras, que hagan el trabajo electoral con sus propios recursos o que lo busquen donde encontraron para donar, no debe haber dinero para despilfarrar. Que se rasquen con sus propias uñas.
5. PRESERVAR LA COHESIÓN, la autoridad del ministerio de salud, con prácticas sanitarias y divulgación de estadísticas veraces y oportunas. Liberar de la sobreexposición (ruedas de prensas) mediática al ministro, quién agota roles que no son propios de su investidura. Cada partido de forma caótica no puede tener su propio ministerio electoral de salud, sería una desgracia para la salud del pueblo dominicano.
Es momento de solidaridad, unidad, cooperación, integración, compromiso y de construir una Esperanza de vida, un verdadero Sistema Sanitario, de paz y amor al pueblo dominicano.
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