¿De qué se trata? es una enfermedad mental derivada del SARS (porque ahora todo viene de ese maldito síndrome) donde los pacientespierden el contacto con la realidad. Y eso esta afectando a muchos dominicanos. ¿Cuáles son los síntomas?
Nadie quiere más impuestos
Nadie quiere más endeudamiento
Nadie quiere que se vendan activos del estado
Nadie quiere que le quitan las exenciones impositivas
Nadie quiere que el presupuesto se le reduzca
Nadie quiere que le suspenden las ayudas del gobierno
Nadie quiere que le suban el combustible
Nadie quiere que le suban la tarifa eléctrica
Nadie quiere que privaticen el agua para racionalizar su uso
Nadie quiere que el peso se devalúe
Nadie quiere que haya toque de queda
Nadie quiere que suban los precios de los alimentos
Joder, nadie quiere que pase nada y que todo siga igual hasta que estemos muertos. El que nace ahora que lo pague después.
Definitivamente, los dominicanos se han acostumbrado a que no pase nada dentro del caos que han asumido como forma de vida cotidiana durante muchos años.
Han perdió contacto con la realidad porque 16 años del PLD en el poder, donde no pasó casi nada, excepto robar y desguañangar el país, es mucho tiempo y ahora quieren que todo siga igual.
Tranquilamente y desde su hogar. los dominicanos ven como salen a la luz pública los desfalcos, sobornos, robos, tráfico de influencia, impunidad, nepotismo, expoliación de los bienes públicos, nominillas fantasmas, contratos espurios y una pandemia que fue vilmente politizada y que generó grandes comisiones en las compras de medicamentos, mientras los pacientes morían en los hospitales.
Esta pandemia psicótica resulta ahora más peligrosa que el COVID-19. Porque es bueno preguntarse ¿de dónde carajo vamos a sacar el dinero para que las cosas vuelvan a la normalidad y podamos crecer en un ambiente menos contaminado por la corrupción y los grandes males que hacen de este país una vergüenza?
¿O ES QUE QUIEREN QUE PASE ALGO COMO ESTO?
Continúan protestas en Costa Rica contra un préstamo del FMI por 1.750 millones de dólares, pese a que el Gobierno retiró la propuesta inicial
Y las condiciones impuestas son estas:el aumento del impuesto a la propiedad, así como sobre la renta y las utilidades; también, un nuevo gravamen para tasar todas las transacciones bancarias y cheques, otro a los salarios superiores a 1.400 dólares mensuales, y el cobro de un nuevo 5 % a las remesas al exterior que sean de personas físicas y jurídicas no domiciliadas en Costa Rica.
Aunado a ello, se eliminarían las exoneraciones a cooperativas, salario escolar, rentas de capital y la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL). También, se gravarían con un 25 % los premios de la lotería que excedan la mitad de un salario base.
Asimismo, el Gobierno propuso la «movilidad laboral voluntaria», con la cual se estimaba que 7.000 trabajadores del sector público dejarían su trabajo. Además, se contempló la venta de propiedades del Estado, como la Fábrica Nacional de Licores y el Banco Internacional de Costa Rica, así como tierras estatales.
AQUÍ TAMBIÉN HAY “NADIE QUIERE”PERO SIN SALIDA. O LO TOMAS O LO DEJAS.
Pongamos los pies en la tierra. La finanza publicas necesitan equilibrarse urgentemente para que la economía no colapse. Por el lado del gasto, se requiere una cirugía profunda para sacar toda la basura y la pestilencia que la contamina. Se comenzó a hacer, pero aún falta muchísimo por hacer.
Por el lado de los ingresos, se necesita mejorar las recaudaciones fiscales porque depender solo de los prestamos también nos llevará al colapso. Y que eso nadie lo dude.
Hablamos de un déficit fiscal del gobierno central para el 2020 de unos RD$420 mil millones, cerca del 9% del PIB cifra exorbitantemente alta que no puede aumentar ni se puede repetir.
Tratando de amortiguar este inmenso déficit el gobierno introdujo dentro del presupuesto del 2021 algunos impuestos nuevos de manera subrepticia. Se sabía que eso terminaría ocupando los titulares de los principales medios de comunicación. Y también, rechazado de inmediato por la mayoría de la población. Resurgió el NADIE QUIERE.
El presidente, prometió en su discurso del jueves que retiraría ese paquetico impositivo de unos RD$37 mil millones (0.7% del PIB) compensando la perdida de esos ingresos con pagos adelantados de impuestos de grandes contribuyentes. Específicamente Bancos y Barry Gold.
Pareció sencillo. Quitamos los impuestos y aumentamos la deuda. Porque esos adelantos de impuestos implican dejar de recibirlos en los próximos años lo que conduce a más deuda para llenar ese hueco.
¿Pero quién terminará pagando esa deuda? Los mismos contribuyentes que hoy se alarman por los nuevos impuestos.
Lo mas trascendental del discurso del presidente Abinader fue que convocará este mes al Consejo Económico y Social para que inicie la discusión del Pacto Fiscal y el Pacto Eléctrico, que deberían estar listos en un periodo de 6 meses. Esperamos que EL NADIE QUIERE sea superado porque sin esas reformas estamos fritos.
Evitemos que el FMI nos imponga la reforma fiscal para que no haya sangre en las calles.
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