Estados Unidos ha dispuesto en las últimas horas medidas drásticas para comenzar a enfrentar la crisis de Haití, según informaciones de primera mano recibidas por ALMOMENTO.NET.

Entre ellas figuran: 1) El ofrecimiento de una recompensa de un millón de dólares a quien ofrezca información que conduzca a la captura de uno de los principales jefes de bandas de este país, y 2) La extradición a territorio estadounidense de tres haitianos y un colombiano que participaron en el asesinato del presidente Jovenel Moise.

El jefe de banda requerido es Vitel´Homme Innocent, quien controla la zona haitiana de Tabaré, donde está ubicada la Academia de Policía, cuyo director Rigaud Harington fue asesinado el 25 de diciembre último.  También en ella está la Embajada de los Estados Unidos.

En todo Haití e incluso en la República Dominicana han comenzado a circular volantes en creole mediante los cuales se exhorta a la gente a que llamen o escriban por WhatsApp al teléfono 305-495-0956 si tienen información sobre el paradero de este personaje.

Los que fueron requeridos en extradición  son los haitianos Cristian Enmanuel Sanon. Joseph Vincent y  James Solange así como el colombiano Germán Rivera García, quienes también tienen nacionalidad estadounidense y se les atribuye haber sido de los protagonistas del magnicidio de Jovenel Moise, cometido el 7 de julio último.

Un avión del Buró Federal de Investigaciones de los Estrados Unidos (FBI por sus siglas en inglés), fue Puerto Príncipe y los trasladó ya a este último pais desde el aeropuerto Toussaint Louverture.

Según reportes de la prensa local, estuvieron detenidos más de un año y medio, acusados de conspirar para perpetrar el secuestro de Moise en junio de 2021 y luego coordinar el magnicidio.

Sanon un médico haitiano residente en Florida, fue acusado por la Policía de ser el principal sospechoso del asesinato del jefe de Estado, mientras Solages trabajaba para una empresa de seguridad norteamericana presuntamente vinculada al complot, y Vincent fue un informante de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Por su parte, Rivera es uno de los presuntos líderes de la ejecución del magnicidio, señalaron medios de prensa.

Un año y medio después del crimen, la investigación se encuentra estancada en Haití, pese a los llamados de organizaciones internacionales de avanzar en la pesquisa.
Al menos cinco jueces estuvieron al frente del archivo y los casi 40 detenidos permanecen en la Penitenciaría Nacional sin imputárseles cargos.

Moise murió baleado en su residencia de esta capital aparentemente por un comando de exsoldados colombianos, que también hirieron a su esposa Martine Étiene.

El suceso integra la larga lista de crímenes impunes en el país caribeño, y agudizó la crisis institucional de la nación que carece de Parlamento y cuya justicia es disfuncional.
jha/ane

DE MAL EN PEOR

La crisis de Haití ha ido de mal en peor. En lo que va de año, al menos 11 policías  han sido asesinados en el país caribeño, de acuerdo con cifras oficiales, aunque organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos señalan que la cifra real es aún mayor.