Santo Domingo. 

Antes del presidente Luis Abinader, la misión de Paraguay y el presidente de Costa Rica advirtieron la necesidad de tratar el tema haitiano en el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana, lo que muestra una vez más la preocupación que la región tiene sobre la anarquía y la crisis alimentaria imperantes en Haití y que la República Dominicana, al parecer,

no está sola.

También el presidente español, Pedro Sánchez, aseguró a Abinader que podrá tener su respaldo. “Cuentas con el apoyo de España en escalar a nivel multilateral la crisis que se está viviendo en Haití”, dijo.

Sin embargo, ningún llamado retumbó más, que el clamor de Abinader. “La única forma de actuar con Haití es pacificar a Haití. Es la única forma: pacificar Haití. La comunidad internacional no puede permitir que siga esa situación en Haití”, señaló.

Añadió que “los que están pasando problemas en Haití son los pobres haitianos, los pocos ricos están en Miami y aquí en República Dominicana”.

Posterior a las dos sesiones plenarias, el presidente Abinader encabezó una rueda de prensa en la que esbozó cómo estaría compuesta la fuerza pacificadora de Haití y recalcó que no hay forma de que se vuelva a la normalidad en Haití sin que antes exista la pacificación del país.

El secretario general iberoamericano, Andrés Allamanda, consideró la posición del presidente Abinader. "El tratamiento que reformuló el presidente Abinader es muy elocuente y muy preciso, sin pacificación no hay solución en Haití, el paso previo para aquellas medidas de reconstitución que son necesarias, de creación de instituciones, de normalización pasa por una etapa de pacificación sin la cual todos los esfuerzos serán estériles”, sentenció.

Agregó que la Cumbre tuvo una buena asistencia ya que los 22 países tuvieron representación, 16 de estos de jefas y jefes de Estado y vicepresidentes.

EE.UU. y Canadá

Sobre cómo debería estar conformada esa fuerza de pacificación en Haití, Abinader fue tajante: “República Dominicana no va a participar en ninguna acción de pacificación militar por razones obvias”. Sin embargo, aseguró que ha recibido “Un gran respaldo de todos los países de Iberoamérica, en ese sentido, y lo que yo pienso es que ya la Comunidad internacional, y específicamente Estados Unidos y Canadá y, añado también a Francia, deben de tomar el liderazgo y van a contar con el apoyo, también, como han contado anteriormente, con países iberoamericanos”.

La Declaración

Si bien la Declaración de Santo Domingo se distancia del concepto de “pacificación de Haití”, sí aborda la necesidad de que continúen “los esfuerzos subregionales, regionales e internacionales de acompañamiento al proceso de diálogo entre el Gobierno, los distintos partidos políticos, instituciones y otros actores de la sociedad haitiana, con el objetivo de trazar una hoja de ruta que les permita salir de la compleja crisis que les aqueja”.

Hay que apagar el incendio

El arranque al tema haitiano durante la Cumbre Iberoamericana lo hizo el presidente de Costa Rica Rodrigo Chaves quien denominó a Haití como un estado fallido. “Esta conferencia tiene que ser un respaldo vigoroso para que ese país vuelva a tener control, para controlar la violencia que existe en un Estado fallido”. Chaves señaló que el 70 % del espacio de Puerto Príncipe está controlado por grupos criminales por lo que obviamente no se puede negociar con bandas criminales. “Hay que apagar el incendio para preguntarnos cómo vamos a construir esa casa. No es posponiéndolo ni ignorándolos. Estamos aquí en en la misma isla donde hay un Estado fallido, violencia y el mundo está mirando”, dijo