Por: Xavier Feliz
La República Dominicana es un país perteneciente a la única isla que se encuentra dividida por dos Naciones tan diferentes como lo han de ser los peces del mar con las aves del cielo.
Este país tiene la capacidad de ver todos los años un crecimiento significativo en el producto bruto interno mejor conocido como PIB, sin embargo refleja todos los años un aumento significativo en la pobreza de carácter económico en un porcentaje muy elevado según agencias internacionales que han sometido evaluaciones para medir estos parámetros.
Si podemos observar en modo de interpretación, el estado social democrático y de derecho, es convertir al ciudadano en el centro de las políticas públicas del estado, lo que en el nuestro no funciona, es por tal razón que vemos reflejado un crecimiento significativo de las riquezas pero no se ha generado lo que permite que tenga sentido el avance económico, que es el desarrollo humano y que este a su vez tiene como antesala la distribución equitativa de esas riquezas.
Vemos cada vez más que la clase alta multiplica y duplica su capacidad económica, pero la pregunta debería hacerse en el sentido de si vale verdaderamente la pena que un Estado aumente su capacidad económica cuando su gente esta expuesta ante la realidad de la miseria ¿Tiene sentido darle como nombre estado social y democrático de derecho a una nación que ve a unos convertirse en ricos con la pobreza de otros o de la mayoria de los ciudadan@s? No creo que esto sea verdaderamente aceptable, no se hasta que punto nuestros tomadores de desiciones seguirán siendo coherentes en la incoherencia en nuestro país.
A modo de conclusión quiero hacerlo de la manera más sencilla diciendo no, no somos un Estado social democrático de derecho, más bien somos uno asociado a la clase que manipula, controla, y motoriza los procesos de presion politica y estrategicas que responden en gran medida a esos sectores que se encuentran vinculados a las élites del poder económico moral e inmoral de nuestra sociedad putrefacta....
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